Participación juvenil: 7 mejores prácticas
- Marine Ronzi

- 2 oct
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 24 oct
¿Siguen participando los jóvenes? Y, si es así, ¿cómo?
La participación juvenil es un indicador clave de la vitalidad de cualquier organización humanitaria. Con cerca de 17 millones de voluntarios, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ofrece una perspectiva excepcional sobre cómo los jóvenes de todo el mundo están redefiniendo el voluntariado, a menudo bajo sus propios términos.
Ya sea en espacios globales o en programas locales, los jóvenes ya no son receptores pasivos de la programación. Están configurando activamente sus propias formas de participación, a menudo independientemente de las estructuras tradicionales. En el mundo actual de inestabilidad climática, fragmentación social y disrupción digital, las organizaciones deben adaptar sus modelos para mantener su relevancia.
El voluntariado juvenil está evolucionando y las organizaciones de todo el mundo se están adaptando. Esta historia ofrece un estudio de caso fundamentado sobre cómo se pueden replantear las estrategias de participación juvenil para adaptarse a las realidades actuales.
Voluntariado juvenil en todo el mundo
Los patrones de voluntariado juvenil difieren ampliamente según las regiones y están determinados por factores sociales, económicos e institucionales.
En Europa occidental, los formatos organizativos rígidos y el envejecimiento demográfico han dificultado el reclutamiento de jóvenes ( Eurobarómetro, 2019 ).
En algunas partes de Asia, el voluntariado a menudo está integrado en los sistemas educativos nacionales, lo que favorece tasas de participación más elevadas entre los jóvenes.
Y en contextos donde la presión económica es alta, el voluntariado puede estar vinculado a estrategias de subsistencia, y muchos jóvenes esperan resultados claros en su desarrollo personal o profesional a cambio de su tiempo ( OIT, 2019 ).
A nivel mundial, el Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo 2022 ( UNV SWVR 2022 ) destaca que más del 58% del voluntariado se lleva a cabo de manera informal, es decir, a menudo fuera de la estructura de las organizaciones formales, y que los jóvenes son particularmente activos en estas formas.
Comprender esta diversidad es esencial para construir sistemas que sean inclusivos y equitativos.
Lecciones de la pandemia e innovación digital
En la Cruz Roja de Mónaco, la pandemia de COVID-19 transformó nuestra forma de trabajar con los jóvenes. Nuestros jóvenes voluntarios ayudaron a diseñar e implementar intervenciones rápidas: tutorías a domicilio durante el cierre de escuelas, entregas sin contacto a personas aisladas y reuniones virtuales, como meriendas digitales, que mantuvieron los vínculos de nuestra red intergeneracional.

La interacción digital se convirtió en una parte esencial de nuestro modelo operativo. Abrió nuevas formas de participación y facilitó la continuidad en tiempos de incertidumbre. Muchos de estos enfoques siguen vigentes hoy en día, lo que refleja cómo la resiliencia, la creatividad y la proximidad pueden coexistir en línea. Estos formatos representan una evolución duradera en la contribución de los jóvenes.
Lo que quieren los jóvenes: de los roles al propósito
Las perspectivas de la Red y ¿Ha terminado la era de la retención de voluntarios? de la Federación Internacional destacan un mensaje claro: los jóvenes de hoy buscan una participación significativa en lugar de roles estáticos. Su compromiso no es con las instituciones, sino con las causas. Quieren influir, no solo apoyar.
Este es también el cambio que adoptamos en la Cruz Roja de Mónaco. Me incorporé a la organización a los 24 años como Coordinador de Juventud y, en 2015, me convertí en Coordinador de Juventud y Voluntariado. Este nuevo puesto marcó un cambio estructural. Por primera vez en décadas, creamos un Departamento de Juventud dedicado, con el mandato de trabajar en todas las áreas: respuesta a emergencias, educación, protección, salud y movilización comunitaria.

Desarrollamos conjuntamente una Estrategia de Participación Juvenil basada en la participación, la inclusión y la relevancia local. El objetivo era ir más allá de la participación, creando espacios para que los jóvenes lideren, inicien y moldeen el futuro del voluntariado de maneras relevantes a sus realidades.
El impacto fue tangible. Las actividades juveniles se multiplicaron y diversificaron, desde iniciativas escolares hasta intercambios internacionales. Colaboramos con el Ministerio de Educación de Mónaco para integrar los valores de la Cruz Roja, los primeros auxilios y las habilidades cívicas en las escuelas públicas. Los voluntarios se convirtieron en facilitadores, diseñadores y promotores.
Estructuramos nuestra estrategia en torno a cuatro compromisos clave:
Por los jóvenes : los jóvenes co-crearon y lideraron proyectos en toda nuestra comunidad.
Para los jóvenes : abordar las vulnerabilidades con programas en escuelas y barrios.
Como jóvenes agentes de cambio , utilizando herramientas como YABC , Y-Adapt y asociaciones con el sistema educativo.
Con los jóvenes en el proceso de toma de decisiones : representación formal de los jóvenes en el Consejo de Administración.
Este enfoque fomentó una verdadera apropiación. Los jóvenes asumieron el liderazgo en la estrategia, la capacitación y la difusión. Ya no solo participaban, sino que estaban a cargo de forjar el futuro de la organización.

El auge del nuevo voluntariado
En todo el mundo, están surgiendo nuevas formas de voluntariado: más flexibles, descentralizadas y con un propósito definido. El microvoluntariado, los formatos remotos, la acción basada en habilidades y las contribuciones de respuesta rápida ya no son excepciones. Se están convirtiendo en la norma.
Un ejemplo claro de este cambio es la Limitless Youth Innovation Academy – Edición Clima y Medio Ambiente, lanzada por la Solferino Academy de la FICR. Formé parte del equipo central de este programa, que involucró a miles de jóvenes de más de 140 países, alcanzando a 2,2 millones de personas beneficiarias en todo el mundo.
Mi función incluyó el diseño del programa, desde la evaluación de riesgos hasta la elaboración de informes, la coordinación de las comunicaciones, la capacitación de mentores en distintas comunidades y la supervisión de los grupos juveniles para apoyarles en el diseño de soluciones frente a los desafíos climáticos y ambientales, desde la ideación hasta el prototipado, la implementación y la ampliación de impacto. También coordiné los procesos de salvaguardia a lo largo de todo el programa.

Pero Sin Límites fue mucho más allá del diseño del programa. Cuestionó las premisas fundamentales sobre el funcionamiento de los sistemas de voluntariado. Al eliminar las barreras institucionales y administrativas, el programa brindó a los jóvenes la autonomía para actuar, alineándose con el mandato de su Sociedad Nacional. La capacitación se impartió en línea, con acceso directo desde un teléfono. La financiación se envió a cuentas bancarias personales o billeteras móviles, con menos demoras y trámites complejos.
Esta estructura redujo la fricción y empoderó a los jóvenes para pasar rápidamente de la ideación a la implementación en cuestión de semanas. En lugar de verse frenados por los procedimientos formales, pudieron probar, adaptar y mejorar en tiempo real. Y lejos de operar de forma aislada, los resultados de su trabajo se incorporaron directamente a sus comunidades y Sociedades Nacionales. Los prototipos desarrollados de forma independiente se convirtieron en nuevas herramientas, servicios o métodos de trabajo que sus organizaciones pudieron aprender, adoptar y ampliar.
Cuando fue adoptado por una Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, Limitless ofreció un nuevo modelo sobre cómo podemos descentralizar la confianza, reducir la burocracia y crear un espacio real para la acción basada en la confianza, manteniendo al mismo tiempo la alineación estratégica y la responsabilidad.
Siete maneras de apoyar el voluntariado liderado por jóvenes
¿Cómo pueden las organizaciones mejorar la participación juvenil? ¿Cómo pasamos de la participación a la responsabilidad compartida? Ya sea que esté diseñando una nueva estrategia, repensando la gobernanza o intentando conectar mejor con los jóvenes de su contexto, estas recomendaciones ofrecen puntos de partida prácticos. Estas perspectivas se basan en más de una década de experiencia en programas a nivel nacional e internacional.
Diversificar la forma en que las personas pueden involucrarse
El voluntariado debe adaptarse a diferentes contextos vitales. Esto implica ofrecer formatos flexibles: desde acciones puntuales a corto plazo hasta compromisos a largo plazo; desde roles presenciales hasta oportunidades digitales; desde apoyo operativo hasta aportaciones estratégicas. En la Cruz Roja de Mónaco, identificamos las barreras de accesibilidad y creamos múltiples puntos de acceso, lo que condujo a una participación más amplia e inclusiva en todas las edades, géneros y disponibilidades.
Construir con, no para
Los programas que impactan se diseñan en colaboración con los jóvenes, no se imponen desde arriba. Este proceso de cocreación genera confianza, fortalece el sentido de pertenencia y garantiza que las iniciativas reflejen las prioridades y realidades de los jóvenes. También es donde suele empezar la innovación. En nuestra estrategia para la juventud, cada iniciativa importante se diseñó con voluntarios, no solo para ellos.
Invertir en espacios digitales significativos
El mundo digital es un espacio vital para la conexión, el reconocimiento y la inclusión. Desde la formación y la mentoría hasta la narración de historias y el apoyo entre pares, la participación en línea amplía el alcance y reduce las barreras. Durante la pandemia, nuestros eventos en línea, capacitaciones y talleres virtuales ayudaron a los voluntarios a mantener su comunidad y propósito. Hoy en día, muchos siguen prefiriendo formatos híbridos que les permiten equilibrar el compromiso y la flexibilidad.
Invitar a los jóvenes a participar en la toma de decisiones
La inclusión simbólica no basta. Los jóvenes deben tener una influencia real en la gobernanza, el diseño de programas y las decisiones de financiación. En la Cruz Roja de Mónaco, institucionalizamos esto mediante un puesto formal para jóvenes en el Consejo de Administración, respaldado por un mandato claro y la presentación de informes periódicos. Esta presencia transformó la forma en que la organización consideraba su futuro.
Reconocer el impacto, no la longevidad
Los modelos tradicionales suelen recompensar el tiempo dedicado. Pero para los jóvenes, lo que importa son los cambios en las comunidades, en las vidas y en los sistemas. Transformamos nuestra cultura de reconocimiento para valorar la creatividad, la valentía y los resultados. Ya sea que alguien contribuyera una semana o un año, lo que contaba era su logro.
Haga que la mentoría sea recíproca
La mentoría es más poderosa cuando es mutua. El aprendizaje intergeneracional debe ser un proceso bidireccional, con espacio para que los jóvenes enseñen y aprendan. En nuestros proyectos, facilitamos la mentoría inversa entre jóvenes voluntarios y personal directivo, generando cambios significativos en las actitudes y capacidades de ambas partes.
Seguimiento de lo que importa
Las métricas moldean el comportamiento. Por eso fuimos más allá del conteo de horas y las hojas de inscripción. Monitoreamos la pertenencia, el desarrollo del liderazgo y el impacto local, y utilizamos estos indicadores para perfeccionar nuestro enfoque. Los datos no tienen por qué ser fríos; cuando se utilizan de forma ética, reflejan historias y fortalecen las estrategias.
Hoy, ayudo a las instituciones a convertir estos principios en realidad a través del asesoramiento estratégico, la facilitación y el codiseño de sistemas liderados por jóvenes.
Escuchando el presente
Un bajo nivel de compromiso rara vez es señal de desinterés. Más a menudo, refleja sistemas organizacionales desalineados con las expectativas y realidades de los jóvenes. Desde Mónaco hasta la Limitless Youth Innovation Academy , he visto cómo la transformación se produce cuando nos detenemos, escuchamos y cocreamos.
El voluntariado no necesita rediseñarse desde cero. Pero debe reimaginarse con quienes lo impulsarán.
Para seguir siendo relevantes, los sistemas de voluntariado deben interactuar con las realidades actuales de los jóvenes, basándose en su experiencia vivida.
Referencias
Academia Solferino (2023). ¿Cuánto sabes sobre el voluntariado? Recuperado de https://solferinoacademy.com/how-much-do-you-know-about-volunteering/
Academia Solferino (2023). Comentarios de la Red sobre Voluntariado. Recuperado de https://solferinoacademy.com/feedback-from-the-network-on-volunteering/
Academia Solferino (2023). ¿Ha terminado la era de la retención de voluntarios? Recuperado de https://solferinoacademy.com/is-the-era-of-volunteer-retention-over/
Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) (2022). Informe sobre el estado del voluntariado en el mundo: Construyendo sociedades igualitarias e inclusivas. Recuperado de https://www.unv.org/SWVR2022
Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2019). Manual de medición del trabajo voluntario. Recuperado de https://www.ilo.org/global/statistics-and-databases/WCMS_627409/lang--en/index.htm
Comisión Europea (2019). Eurobarómetro: Juventud europea: Participación en la vida democrática. Recuperado de https://europa.eu/eurobarometer/surveys/detail/2250
Foro Europeo de la Juventud (2021). El futuro del trabajo juvenil en Europa. Recuperado de https://www.youthforum.org/publications/future-youth-work-europe



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